martes, 12 de febrero de 2013

La alcazaba de Montemolín

Alcazaba de Montemolín a lo lejos






La alcazaba de Montemolín es una fortaleza de origen árabe (siglo XII), fabricada con adobe y ladrillo. Se alza sobre un cerro desde el que domina en altura la localidad del mismo nombre, en la provincia de Badajoz. Su planta es irregular y de proporciones alargadas. El perímetro de la alcazaba es de 114 metros de longitud y 54 metros de anchura y 33 metros de altura. Fue reconstruida por los cristianos con piedra. Tiene numerosas torres ochavadas de diferente configuración y medida.
La alcazaba, con reformas a partir de 1248, es propiedad del Ayuntamiento de Montemolín. Se encuentra en estado de ruina, pero se han consolidado sus muros y torres. 

De sus antiguos componentes se conservan la puerta en recodo, algunos aljibes, mazmorras y otros restos que patentizan su antigua grandeza, aunque están en estado de ruina. En el interior de la fortaleza existía también una iglesia, hoy desaparecida por completo, dedicada a Santo Domingo, que contaba con dos altares, uno de ellos dedicado al titular y otro a Santiago.

La puerta principal se encuentra defendida por dos torres en avance.  Se  accede por un arco de ladrillo de unos 3 metros de espesor.
Otras torres, algunas semicilíndricas, refuerzan el recinto defensivo. La mayor de ellas está construida en piedra y existe otra de composición más artística, a modo de baluarte, que posiblemente fuera utilizada como alojamiento principal durante ciertas épocas. Los árabes construyeron un aljibe de planta rectangular, y se cubrió con  una falsa bóveda de medio cañón construida con lajas de pizarra.

Numerosas fueron las reformas realizadas por los cristianos en la fortaleza, para adecuarla al uso de la Orden Militar de Santiago. No cambiaron la apariencia externa, limitándose a rehacer o reforzar las partes más débiles y dañadas. Incluyeron en él una torre con unas medidas de 14 metros de longitud, 10 metros de anchura y planta trapezoidal como Torre del Homenaje. La subida a esta torre se efectuaba por una escalera de ladrillos al final de la cual se levantaba un puente levadizo. Se construyó otra llamada popularmente "Plato de la reina" de procedencia cristiana. Su planta es semicircular.

La fortificación contó con dos plantas superpuestas comunicadas por sólidas escaleras. En la primera planta estaría en un lateral, la iglesia de Santo Domingo, despensas, bodegas, cámaras y el Aljibe de los Arcos situado en el centro del patio. En la segunda planta habría corredores, cámaras de distintos usos y la capilla de Santo Domingo. Además, en distintos lugares de la fortaleza, se podían encontrar cocinas, pasadizos, pajares, pesebreras, hornos, mazmorras excavadas en el subsuelo…


La casa del marqués de Solanda

Fachada de la casa del marqués de Solanda


La casa palacio del marqués de Solanda está situada en la calle Gobernador. Está a lado de la puerta del Acebuche, en la plaza del Corazón de María y además, está anexa al Arco de San Antonio. Su arquitecto es Ventura Vaca.
La casa del marqués de Solanda tiene un estilo clasicista de finales del siglo XIX. Es uno de los ejemplos de obra neomudéjar de este tiempo. El edificio llama la atención por su enorme fachada blanca y encalada donde resaltan sus cornisas y decoración de color albero, típico de las casas señoriales de estilo clasicista. Tiene tres plantas. La entrada está compuesta por azulejos de zócalo y una estucada decoración de las paredes, además de un arco de herradura que da acceso al patio y un simulado artesonado en el techo.
 La importancia del edificio, construido en 1905, son su portal y su bellísimo patio mudéjar, que contrastan claramente con la fachada de la casa. Este patio está formado por columnas dobles. En el patio se sitúa una bonita fuente.
El primer piso del edificio, mirando desde el patio, posee una arquería de vanos de arco de herradura que descansan sobre columnas. El segundo nivel corresponde a una galería de balcones de solo un vano y de dos con mainel que se abren al patio, todos son de arcos angrelados, es decir, arcos de herradura y con alfiz. Los muros están cubiertos por una decoración romboidal en ambos pisos del patio, los cuales rematan en una línea de almenas escalonadas, elemento muy utilizado en la arquitectura neoislámica del siglo XIX.
Sus paredes están recorridas por inscripciones en lengua árabe, que refieren algunos de los versículos del libro del Corán. Estas inscripciones se encuentran sobre gráciles columnas, repletas de abigarradas figuras en geométricos trazos y complicadas lacerías, que han sido realizadas en este lugar zafrense, con una fidelidad que llegará a confundir al menos experto.

El Marqués de Solanda dirigió e inspiró esta obra en el año 1905, trayendo artesanos marroquíes para su elaboración, estando considerada como una de las realizaciones más acertadas, entre las muestras de arquitectura civil y privada de la ciudad. Actualmente es una casa privada, por lo que no se puede visitar, pero las puertas suelen estar abiertas y se puede ver el patio. Su estado de conservación es bastante bueno. La casa es un ejemplo de la pervivencia de lo árabe en la arquitectura de principios del siglo XIX.

Apoyada en la puerta de la casa

Bibliografías:

PIZARRO GÓMEZ F.J.: Zafra. Arte y ciudad de señorío. Mérida, 1987.
TORO FERNÁNDEZ, B.: Zafra. Llerena, 2009.





La torre de San Francisco



Exterior de la torre de San Francisco





El día 11 de febrero fui con mi padre y con mi primo a ver la torre San Francisco. Se apreciaba que estaba construida con materiales que no tienen muy buena calidad y que se conserva bastante mal, aunque en pie. Me fijé que en la parte posterior había una pequeña ventana y que estaba más deteriorada que la parte anterior. Tiene cuatro cuerpos: el primero está hecho de sillares blancos y en la entrada hay un arco de medio punto con dobelas dobles y una verja de hierro datada en el año 1998. En la fachada occidental de la torre, hay una ventana con frontón y adornos platerescos. Esta ventanita se encuentra en la segunda parte de la estructura, construida con pizarra. La ventana tiene forma cuadrada y los adornos platerescos anteriormente nombrados. En ella se puede ver el símbolo de los franciscanos: una cruz rodeada por dos manos. En la parte de detrás en la misma parte, hay una puerta que no da a ningún sitio, aunque antiguamente comunicaría el convento de San Benito con la torre. La tercera parte de la torre está hecha del mismo material que la segunda, de pizarra. La cuarta parte, que es la que más me ha llamado la atención, está construida con ladrillo. En ella observé que había dos vanos para albergar campanas. También había tres columnillas adosadas que se alternaban con los vanos y cinco pináculos, llamados linternas. La torre está rematada con sillares blancos.
Por uno de los lados se ve una pared derrumbada de lo que sería el antiguo convento con un trozo de enlucido. El interior y el exterior estaban muy sucios. Por la noche se encienden unas luces para que la torre se vea mejor y destaque en la zona.

La torre de San Francisco es el único resto de lo que era el antiguo convento de San Benito, que albergaba frailes franciscanos. Fue fundado y construido por Gomes II Suárez de Figueroa y por su madre, la condesa María Manuel, en el último tercio del siglo XV. Estaba situado en los extramuros de la villa de Zafra. Sobre el año 1.490 surgió una solitaria ermita dedicada a San Benito, que posteriormente, en el año 1.489 se convirtió en el convento con el mismo nombre, citado anteriormente. Éste tenía campanario, dormitorios, oficinas… con residencia perpetua de algunos frailes. Actualmente está en el casco urbano de la ciudad.

El convento fue ampliado a partir del año 1575 reformando el claustro y los dormitorios con el objetivo de albergar a un mayor número de religioso.
Todo el edificio excepto la torre estaba construido con materiales muy pobres, lo que aceleró su destrucción tras el saqueo que sufrió durante la Guerra de la Independencia de 1808. El convento fue utilizado por los franceses como punto de ataque a la villa de Zafra. Durante el siglo XVII el convento poseía una enfermería situada en la calle Badajoz, al lado del Hospital de San Miguel. En el siglo XVIII se construye una nueva enfermería en la que hoy es calle  Ancha, que sirvió de refugio para los franciscanos tras la destrucción ocasionada durante la Guerra de la Independencia.

El convento y lo frailes que en él vivían gozaban de tantas estimaciones por las autoridades de la villa, que de las paredes laterales de la capilla mayor se construyó una alacena donde el consejo guardaban su documentación más importante, entre la que se encontraba el archivo de sus privilegios y una de las llaves custodiadas por el guardián del convento.

Según parece, en este convento se guardaban la mayoría de los “papeles” mediante los cuales se tiene conocimiento de gran parte de la historia de la Zafra. La mayor parte de las imágenes existentes en aquel lugar religioso fueron llevadas por los frailes a los conventos de Santa Clara y Santa Marina, en Zafra.

Como he dicho antes, la torre está muy deteriorada. Se debería restaurar y limpiarse para que podamos conservar monumentos limpios y así no dar mala imagen a los visitantes de Zafra. Yo creo esto porque tiene graffitis  en las paredes, excrementos de palomas…



En la puerta de la torre de San Francisco

La torre de Espantaperros



La Torre de Espantaperros, también conocida como Torre de la Atalaya, es una torre albarrana situada junto a la alcazaba de Badajoz. Es de origen almohade y tiene planta octogonal. Fue levantada en 1169 y mide unos 30 metros de altura. Fue construida por el Califa Abu Yaqub Yusuf y restaurada por el arquitecto Ventura Vaca, a principios del siglo XX. Ésta se halla en la parte sudeste de la alcazaba de Badajoz
Se divide en tres cuerpos: el inferior macizo, uno central hueco de dos pisos y una terraza. Los dos pisos del cuerpo central hueco tienen una distribución interior idéntica. Tienen una pequeña habitación central cuadrada, con una bóveda y un espacio dividido en partes rectangulares y triangulares. Los muros exteriores tienen arcada ciega (conjunto de arcos decorativos que están superpuestos a un muro, sin dejar huecos que traspasen dicho muro). 
Vista de la torre de Espantaperros

La terraza estaba en comunicación directa con el resto de atalayas que construyeron los almohades alrededor de la ciudad. Sobre la terraza sobresale un cuerpo de ladrillo, con planta cuadrada de 8 metros y medio de altura, añadido en el siglo XVI. Dicho cuerpo posee arcos, los inferiores semicirculares y los superiores lobulados.
En el centro de la terraza se eleva un cuerpo de sección cuadrada, realizado en ladrillo. Representa un añadido mudéjar del siglo XVI. Se erige en el núcleo de la torre favoreciendo así su sentido de elevación pero desvirtuando lo que fuera su aspecto original. En el interior de este cuerpo puede apreciarse otra construcción de más pequeña con pequeños vanos de distintas formas, que sería el remate original.
Torre de Espantaperros antiguamente
La Torre de Espantaperros fue utilizada como campanario en el siglo XVI; allí estuvo colgada hasta el siglo pasado la campana que hoy se guarda en el Museo Arqueológico Provincial, aunque a trozos en los almacenes del museo. Para hacerla sonar desde abajo, se realizó una abertura en las bóvedas centrales. En el pasado también se utilizaba para vigilar y dominar el arrabal de La Galera.




En el verano de 1920 el estado de ruina era preocupante. Un par de años después parte de la torre se desplomó cayendo al interior de una de las viviendas que tenía adosadas. El alcalde, a instancias del arquitecto municipal, exigió a la Comisión de Monumentos que se pronunciara: se restauraba la torre o se demolía. Ahora está restaurada e impecable. 


El edificio de "El Cubo" en la alcazaba de Badajoz se construyó hace pocos años para poder poner la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Extremadura. Es una edificio moderno, pero rompe por completo la armonía arquitectónica del recinto. Los tribunales dicen que hay que tirarlo, es por esto por lo que el edificio tiene una orden de demolición. 

La Torre Espantaperros recuerda a la famosa Torre del Oro en Sevilla, de planta dodecagonal y de mayor tamaño. Sin embargo, la Torre Espantaperros de Badajoz fue construida 50 años antes que ésta. 

El nombre de Espantaperros se debe a que antiguamente, cuando abrían las puertas de la muralla de Badajoz al amanecer, sonaba una campana que hacía ladrar a los perros y los espantaba. La torre, ha sido restaurada recientemente por lo que su estado de conservación es bueno. 


La fachada de la casa del Ajiimez



Vista de la casa del Ajimez

En su fachada se puede observar que no está totalmente vertical o que está aplomada. Es del siglo XV, una obra de arte mudéjar. Es llamada así por su  ajimez morisco, que podría datar aproximadamente del siglo XVI, que serían frecuentes en otros lugares del casco antiguo de Zafra. Esta ventana está partida en su centro por una pequeña columna de piedra, con un arco polilobulado en ladrillo trabajado, ya que tiene arabescos y volutas caprichosas en los extremos de dichos lóbulos. Unos bonitos azulejos forman el marco y el antepecho de la ventana, sirviendo de fondo en los vanos que dejan los ladrillos, a ambos lados de los arcos. Tiene tirantas para evitar que se desplome. Su estado de conservación es bastante bueno después de una restauración.
Ventana en la fachada de esta casa


 Está cubierta de geométricos esgrafiados, encalados posteriormente en la mayor parte de su superficie de la pared. La técnica del esgrafiado consistía en dibujar sobre el revoque de los muros estando frescos, raspando la cal. Esto daba lugar a una técnica de decoración barata, que en algunas ocasiones llegaba hasta a colorearse. Se trata de uno de los pocos restos de esta técnica decorativa, que abundó en la ciudad durante los siglos XVI y XVIII, que contrasta con la idea de pueblo blanco que actualmente le caracteriza.

Sobre la casa…

La casa del Ajimez, se encuentra en la calle Boticas, una calle en el casco antiguo de la localidad de Zafra. Es una vivienda de doble finalidad: comercial en la planta baja, y privada en la planta alta.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII albergó las boticas de la villa, denominada “Botica del Mármol”  por la existencia de una lápida de mármol de procedencia romana, que seguramente servía de mostrador y que actualmente puede verse en el patio.

Su función como expendedora de preparados medicinales termina con un paulatino abandono como servicio sanitario, decantándose cada vez más como despacho de aguardiente, hasta que se llega a la venta exclusiva de licores, convirtiéndose en una bodega. En el siglo XX sirvió de vivienda particular. Hubo un deterioro importante de la estructura de la casa y se hundió quedando sólo la fachada. El Plan de Dinamización Turística adquiere la vivienda y lo arregla.

En el interior de la casa se encuentra:
·        Una maqueta de la Villa de Zafra de cuando estaba amurallada, en el siglo XV. Podemos observar las cuatro puertas principales de la muralla: Puerta Sevilla, Los Santos, Badajoz y Jerez.
·        Una maqueta de Plaza de Toros de Zafra.
·        Figuras de personajes destacados: Ruy López de Segura (1540-1580), Ana Pérez de Vilasio (Ana la Nalga)…
·        En las plantas superiores tenemos parte de la Historia de Zafra.
Bajo la ventana de la casa del Ajimez

Referencias bibliográficas:

MAZA GÓMEZ, C.: Zafra, escondida y acogedora. Autoedición, 2012.
TORO FERNÁNDEZ, B.: Zafra. Llerena, 2009.
TORO FERNÁNDEZ, B.: "Orígenes y primer desarrollo urbano de la ciudad de Zafra". Jornadas de historia de Llerena. Llerena, 2003; pp. 123-138.